.jpg)
Señor amado, llego al final de este día con el corazón abierto para entregarme completamente a ti. Apago todo ruido de mi mente y de mi entorno, porque deseo que seas Tú quien habite en mi interior en esta noche. En medio del silencio de este anochecer, me postro en tu presencia con gratitud infinita, porque cada respiro, cada paso y cada instante vivido hoy fue un regalo de tu amor inmenso.
Gracias, Padre celestial, por haber caminado conmigo en cada
momento de esta jornada. Gracias por los pequeños detalles en los que pude
verte: la sonrisa de un ser querido, la palabra amable de un amigo, el aire
fresco que acarició mi rostro, el cielo que pintaste con tonos dorados al caer
la tarde. Todo me habló de ti, todo me recordó que tu amor está siempre cerca.
Esta noche, Señor, elevo mi gratitud porque me diste fuerza
en medio de mis luchas, esperanza en medio de mis dudas y paz en medio de mis
tormentas. Te reconozco como mi refugio y mi roca firme. Gracias por no
soltarme de tu mano en los momentos en que me sentí débil o cansado. Gracias
porque aun cuando mis pasos flaquearon, Tú me levantaste con tu ternura y me
mostraste el camino de la confianza.
Dios mío, hoy quiero poner en tus manos todo lo que soy y
todo lo que tengo. Te entrego mis preocupaciones, mis miedos y mis cargas,
porque sé que en tu presencia mi alma encuentra descanso verdadero. Tú eres el
Dios que transforma la tristeza en alegría, el cansancio en fortaleza, la duda
en confianza y la oscuridad en luz.
Señor, en esta noche bendita te pido que me rodees con tu
paz. Que mientras duermo, me cubras con tu manto sagrado y que ningún mal pueda
perturbar mi descanso. Haz que mi sueño sea un espacio donde mi espíritu se
renueve, donde mi corazón sane y donde mis pensamientos se limpien de todo
aquello que me limita.
Padre eterno, enséñame a vivir con fe cada día, a no temer
las pruebas, a aceptar los desafíos como oportunidades para crecer. Ayúdame a
recordar siempre que tu amor es más grande que cualquier problema, y que cuando
todo parece perdido, Tú abres caminos de esperanza.
Gracias por cada persona que pusiste en mi camino hoy. Te
pido por mis seres queridos, por quienes me acompañan, por los que amo y
también por aquellos que me cuesta amar. Bendícelos, Señor, protégelos y
concédeles la gracia de vivir bajo tu luz. Que todos podamos descansar esta
noche en tu paz infinita.
Señor mío, siembra en mi corazón la semilla de la paciencia,
de la humildad y del amor verdadero. Hazme un testimonio vivo de tu bondad, que
mis palabras y mis acciones reflejen tu verdad en medio de un mundo que tanto
necesita de ti.
Padre amado, mientras mis ojos se cierran y mi cuerpo
descansa, quiero que mi espíritu permanezca unido a ti. Dame la seguridad de
que mañana despertaré con nuevas fuerzas, con renovada esperanza y con la
certeza de que cada día es una oportunidad para caminar en tu voluntad.
Gracias, Señor, porque en este instante tu presencia me
envuelve como un abrazo que me sana, me fortalece y me llena de alegría. Confío
en ti plenamente y descanso bajo tu amparo, sabiendo que tu amor nunca falla y
que tus promesas se cumplen en mi vida.
Te alabo, Señor, porque eres mi refugio en la noche, mi
fortaleza en la lucha, mi alegría en los momentos de prueba y mi paz en todo
tiempo. Permíteme dormir en tu gracia y despertar con un corazón agradecido y
lleno de fe.
Amén.
Si este video te ha gustado, bendícenos con un me gusta y Suscríbete a nuestro canal. Te saluda tu canal Señal de Fe, deseándote una noche bendecida y un descanso en la paz de Dios.