.jpg)
Amado Padre Celestial, en este nuevo amanecer levanto mis ojos al cielo para darte gracias por el regalo de la vida. Gracias porque me has permitido despertar con salud, con esperanza y con la oportunidad de seguir caminando bajo tu gracia y tu misericordia. Reconozco que este día no es fruto de la casualidad, sino un hermoso obsequio de tu amor eterno.
Señor, hoy te entrego todo lo que soy y todo lo que tengo.
Te ofrezco mis pensamientos, mis palabras y mis acciones para que sean guiados
por tu Espíritu Santo. Te pido que seas tú el que me dirija en cada paso
y en cada decisión, porque sé que tus planes son más altos y perfectos que los
míos. Ayúdame a caminar con humildad, obediencia y confianza plena en tu voluntad.
En este miércoles, Señor, declaro que tú eres mi fortaleza
y mi refugio. Cuando la duda quiera tocar mi mente, recuérdame tus
promesas. Cuando el miedo quiera robarme la paz, hazme sentir el poder de tu
presencia. Cuando la tentación quiera desviarme, dame la fuerza necesaria para
mantenerme firme en la fe. Que nada ni nadie pueda apartarme de tu amor, porque
en ti encuentro la verdadera seguridad.
Padre amado, bendice mis labores y mi trabajo. Que todo lo
que haga hoy sea prosperado en tus manos. Dame sabiduría para resolver
cada situación y paciencia para tratar con los demás. Que mis palabras estén
llenas de gracia y que mis acciones reflejen tu bondad. No permitas que el
enojo, la ira o la impaciencia controlen mi día, sino que mi corazón esté lleno
de amor, de paz y de compasión.
Señor, pongo en tus manos mi familia y a todos mis seres
queridos. Cúbrelos con tu manto de protección, líbralos de todo peligro,
de toda enfermedad y de todo accidente. Que tu presencia camine con
ellos a donde vayan, y que cada paso que den esté dirigido por tu luz. Bendice
su entrada y su salida, y derrama sobre ellos abundancia, salud, unidad y paz.
Hoy también oro por quienes atraviesan momentos difíciles.
Te pido por los enfermos, para que reciban tu sanidad; por los que
tienen cargas pesadas, para que encuentren descanso en ti; por los que se
sienten solos, para que descubran tu compañía fiel; y por los que han perdido
la fe, para que vuelvan a sentir la fuerza de tu amor. Úsame, Señor, como un
canal de tu bendición, y que mis palabras y acciones puedan ser una respuesta a
la oración de alguien más.
Padre, en este inicio de octubre, quiero poner en tus manos
todo este mes. Que no sea un tiempo de temores ni de escasez, sino un mes lleno
de tu favor, tu abundancia y tu gracia. Que cada día traiga nuevas
oportunidades, nuevos aprendizajes y nuevas victorias. Declaro en fe que este
mes será un tiempo de crecimiento, de bendición y de milagros
inesperados.
Señor, hoy reafirmo que en ti tengo todo lo que necesito. Tú
eres mi proveedor, mi sanador, mi refugio y mi salvador. Sin ti nada soy, pero
contigo lo tengo todo. Por eso te entrego este miércoles con total confianza,
sabiendo que tu mano poderosa me sostiene y que tu amor eterno me acompaña.
Gracias, Padre, porque sé que este día estará lleno de tu
bondad. Gracias porque me das más de lo que merezco y porque nunca me sueltas
de tu mano. Gracias porque en cada amanecer me recuerdas que tu fidelidad
es infinita y que tus misericordias se renuevan cada mañana.
Te lo pido todo en el nombre de tu amado Hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
"Este es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él." (Salmo 118:24)
Si esta oración llenó tu corazón de paz, te invito a escribir en los comentarios: “Señor, confío en ti en este nuevo mes”. Comparte también tus peticiones para que juntos formemos una comunidad de oración.