Oración de la Mañana de Hoy Viernes 17 de Octubre de 2025

Amado Señor, en este nuevo amanecer levanto mis ojos al cielo para darte gracias por el regalo de la vida. Gracias por haberme permitido despertar con salud, con aliento en mis pulmones y esperanza en mi corazón. Gracias porque, aun en medio de las pruebas, puedo sentir Tu presencia viva acompañándome y sosteniéndome. Hoy comienzo este viernes con la certeza de que Tus planes son perfectos y que todo lo que suceda estará bajo Tu control divino.

Padre celestial, antes de iniciar mis actividades, quiero poner en Tus manos mi día. Dirige mis pensamientos, mis palabras y mis acciones para que todo lo que haga lleve Tu sello de amor. Quita de mí cualquier rastro de ansiedad, de temor o de impaciencia que intente robarme la paz. En su lugar, derrama sobre mí la confianza, la sabiduría y la fuerza que necesito para afrontar cada situación con fe y serenidad.

Señor, te pido que bendigas mis pasos en este día. Que donde yo camine quede la huella de Tu bondad. Que mis manos sean instrumentos de ayuda y mi voz, un canal de consuelo para quienes estén cansados o tristes. Enséñame a mirar con compasión y a actuar con justicia, recordando siempre que amar al prójimo es reflejarte a Ti.

En este viernes, te entrego mis sueños y mis metas. Abre las puertas correctas y ciérrame aquellas que no me convienen. Dame la claridad para distinguir entre lo que deseo y lo que realmente necesito, y que en todo momento prevalezca Tu voluntad santa.

Te presento también, Señor, a las personas que forman parte de mi vida. A quienes están cerca y a quienes la distancia ha separado. Protégelos, bendícelos, y permite que Tu gracia infinita los acompañe. Si alguno de ellos está pasando por un momento de dolor, de soledad o de tristeza, te ruego que le des consuelo y renueves su espíritu.

Dios mío, enséñame hoy a agradecer más y a preocuparme menos. A confiar plenamente en que Tú estás obrando, incluso cuando no puedo ver el resultado. Ayúdame a no rendirme, a mantener la fe viva, y a recordar que todo tiene un propósito, incluso las pruebas que no entiendo.

Permíteme, Señor, disfrutar de este día con alegría sincera, con paz interior y con esperanza firme. Que en medio de las obligaciones, no olvide detenerme un momento para reconocerte, para darte gracias, y para sentir Tu amor envolviéndome como un abrazo que me fortalece.

Hoy declaro que será un día bendecido. Que el bien y la misericordia me seguirán, que mis esfuerzos darán fruto y que Tu favor me acompañará en cada paso.

Gracias, Señor, por Tu amor sin condiciones, por Tu paciencia y por la promesa de un nuevo comienzo cada mañana. En Tus manos dejo este día, mi familia, mis preocupaciones y mis anhelos. Que todo sea para Tu gloria y para mi crecimiento espiritual.

Amén.